domingo, 22 de noviembre de 2009

Ensayo y Proceso

En busca de la originalidad

¿Qué te puedo decir que tu no hayas vivido?
¿Qué te puedo contar que tu no hayas soñado?

Que lindo texto… “¿Sabés a quién me hace acordar?” “Hay un autor que trata este tema, pero de esta manera…” “Tu forma de escribir es muy parecida a la de…”

Con tantos años de humanidad, sucesos, personas, cambios ¿Queda acaso alguna frase por ser pronunciada? ¿Es que ya fue dicho todo?

El ser humano se siente único en un comienzo, mismo los padres lo alientan a creerlo, ¡sos especial! Con el tiempo comienzan las enseñanzas respecto de la igualdad de los hombres, en base a nuestros derechos, pero se sigue siendo un individuo con pensamientos y habilidades propias, caracterizadoras, susceptibles de nombrarlas como grandes distinciones. Pero algo pasa, la relación constante con la gente nos advierte, de pronto se percibe una familiaridad en sus problemas, sus temores, sus ideas y hasta sus sueños… Y es el momento en que se descubre, la empatía no es lo que supone, se siente en gran parte porque se vive lo mismo, porque somos parecidos, vivimos en paralelo. Y sino quisiera ver a alguien sintiendo real empatía con un árbol o un coyote. Al final de estos aterradores descubrimientos, quienes decidimos escribir para contar, para expresarnos a través de las palabras, comenzamos a tener dudas. ¿Qué puedo inventar? Todo debe tener una base entendible, humana y de sentido común, para que sea de algún interés, por lo cual de lo cotidiano y conocido no se puede escapar, al menos en algún porcentaje.
Será así como muchos escritores verán sus textos comprometidos a la capacidad de innovación, la originalidad marcará el rumbo, la novedad y aceptación será la meta.
Pero dentro de la multiplicación de las escrituras el escritor se ve obligado a elegir no sólo un tema, sino que, agregándose una nueva profundidad al hecho creativo de la escritura, encontramos otra todas las dimensiones que dibujaban la creación literaria, y esta extensión que nos obligará a ser divergentes son ella tiene el nombre de la forma. La escritura moderna no sólo debe elegir un nuevo contenido y significado de palabras, unidas a una historia o relato extraño, fascinante, con una mirada ajena a la propia y mismo ajena a la del sentido común, sino que esas palabras se deberán encontrar enlazadas en una unión original, la forma.
Cada período en la historia tuvo su estilo y sus características.
En las obras clásicas que trascendieron su época sin duda se dieron las dos premisas, originalidad y forma, pero además la visión y el sentido de trascender mas allá de su tiempo, haciendo a la obra atemporal.
Siguiendo el recorrido de la búsqueda, encontramos la decisión dictada por la posmodernidad, que impuso tanto en arte como en la literatura el concepto de la originalidad cueste lo que cueste. Esto sugerirá que no hay otra razón ni fundamento por la cual escribir sino es esa búsqueda incesante, siempre incompleta. Implicará un sinsentido a la escritura de ser parecida a la de otra persona, así sea a la de un gran escritor, pues justamente ¿Para que escribir como aquel gran escritor, si él ya lo hizo? Hay que ser único y no parecido a.
Por supuesto, en la literatura abundan los ejemplos sobre autores que hicieron de la originalidad su punto de referencia en el horizonte literario. Ya sea que inventaran un nuevo lenguaje (La naranja mecánica) o bien que intercambiaran los capítulos de sus novelas para crear una distorsión significante en la reproducción temporal de la historia (Vuelan las palomas), los casos son numerosos y denotan todos esta preocupación y búsqueda, aunque no siempre puedan finalizar arribando en un felíz encuentro, junto a las arenas de la innovación y del reconocimiento.
De los obstáculos, no sólo exteriores sino mismo de mi persona, resuelvo la excepción de dos maneras de encontrar una satisfacción en ésta búsqueda, que no pueden sernos quitadas por nadie y que nos pertenecen a todos quienes elegimos este camino.
Cada escritor que nace abre en sí el proceso de la literatura. Esto significará que nadie ni siquiera el mismo puede repetirse, su historia y forma van a ser únicas porque nunca antes nadie utilizó los símbolos de tal o cual manera acerca del tema que encare.
Cada escritor, y cada persona en general, es un origen repetido en si mismo. Y ese origen puede ser innovador compartiendo la misma materialidad y viviendo la misma vida que el resto, así como un origen propiamente material, llámese libro, puede llegar a ser original utilizando todo un sistema gramatical, un idioma, y una tecnología idéntica al resto de los libros, la diferencia se puede construir con la materia de todos los días.
No haciendo por ello un proceso más fácil de llevar a cabo, siendo el comienzo de nuestras escrituras será único en nosotros y que la realidad que nos rodea nos sirva para nuestros propósitos, la búsqueda puede ser fácilmente frustrada con una simple mirada al libro de al lada, comparación necesaria pero muchas veces desmoralizadora. A su vez es sabido que un papel, una lapicera y conocimientos gramaticales no serán suficientes para la búsqueda, aunque sí imprescindibles, y su perfeccionamiento y evolución son capaces de brindarnos un increíble soporte.
Proceso
Estuve recordando y pensando los puntos de referencia que anoté como más importantes a la hora de realizar el ensayo. A saber:
-Escribir sobre algo que en verdad me interese, así es entretenido para mí escribirlo y para otros leerlo.
-No quedar en lo puramente abstracto del tema.
Aun indecisa, esos dos temas son los que más me alarman.
Por otro lado me interesa el género ensayo. Desde hace un tiempo que escribo pensamientos e ideas que me vienen a la mente, y los problematizo, debato y busco diferentes puntos de vista sobre ello, y por tanto veo a éste género como un modo perfecto de canalizar esos textos. A propósito los estuve buscando (con la mudanza esta todavía todo hecho un caos) y releí bastantes. Saqué de ahí un tema y comencé a escribir sobre él.
Este tema es la originalidad, preocupación que me habría surgido unos años atrás, cuando luego de mostrar varios textos que había escrito a conocidos y familiares, siempre obtenía respuestas similares, ya sea que le gustara o no el tema y la forma de escribirlo, le encontraban similitudes con otros autores, escuchaba constantemente comentarios como “Ah sí, de éste tema se habló un montón, sobre todo en tal lado…”. De allí a la frustración no tuve que dar ni medio paso, un suspiro fue suficiente.
No es mi intención, y sé que del género ensayístico tampoco, dar una respuesta o solución concreta al problema planteado, menos aun luego de tanta historia y escritos al respecto sobre un tema tan abarcativo como el que elegí.
Leídos los ensayos que propone la Cátedra, los que más me interesaron fueron Ir volver/ de un adonde a un adonde de María Negroni y Mi subida al Everest de José Saramago. Fusionan la búsqueda con la experiencia personal, sin establecer certezas al respecto, sólo aproximaciones y pensamientos. Como forma de escritura prefiero quizás la de Saramago, menos sencilla. Me gusta cuando la literatura está trabajada, se nota que se eligieron con detenimiento las palabras que se iban a usar. No cualquier sinónimo va a poder significar lo que querés decir en el contexto que lo estás contando.
Mientras leía estos ensayos y mis pensamientos escritos hace tiempo, armé un boceto, más bien un principio de lo que sería el texto. Para el título decidí, al igual que los ensayos leídos, explicitar el tema concreto que voy a desarrollar.
Estuve hablando con algunos familiares, me ayuda mucho a pensar el hecho de verbalizar los problemas que tengo a la hora de escribir, y sobre todo me preocupaba la forma que iba a tener el ensayo. Un problema fue el hecho de querer hacerle honor al titulo y tema, buscando un método poco ortodoxo, pero con la limitación espacio-temporal que tuve, preferí dejarlo para otra ocasión. A demás, si bien tenía ejemplos de formas de escribir más llamativas, como la irónica, veo que los ensayos que para mí fueron de mayor agrado no tuvieron que utilizar un método, una estructura demasiado compleja para atraparme.
Para seguir escribiendo me ayudé también leyendo los blogs de mis compañeros, viendo cómo habían abarcado el proyecto, los temas que habían elegido y cómo habían decidido plasmarlos en el papel. Me sorprendió la diversidad, no llegué a ver dos temas que se parecieran, incluyendo al elegido por mí. Uno siempre tiene la duda de si otro no estará haciendo algo parecido.
Al final, al ir escribiendo el ensayo, me decidí por plantear dentro del enorme tema que elegí, los puntos que más me interesaban. Por un lado justamente si es posible la originalidad, comprendiéndola a ésta como el origen de un texto novedoso. A su vez las variantes de ella, el tema pero también su forma. Y un mínimo de historia al respecto de ella, utilizando ejemplos conocidos por mí, porque al investigar fueron demasiadas las opciones que tenía para escribir, y no quería que la base fuese enteramente ejemplificación reiterada unida por simples conectores.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Sobre el ensayo

Estuve recordando y pensando los puntos de referencia que anoté como más importantes a la hora de realizar el ensayo. A saber: escribir sobre algo que en verdad me interese, así es entretenido para mí escribirlo y para otros leerlo. También no quedar en lo puramente abstracto del tema. Aun indecisa, esos dos temas son los que más me alarman.
Por otro lado me interesa el género ensayo. Desde hace un tiempo que escribo pensamientos e ideas que me vienen a la mente, y los problematizo, debato y busco diferentes puntos de vista sobre ello, y por tanto veo a éste género como un modo perfecto de canalizar esos textos. A propósito los estuve buscando (con la mudanza esta todavía todo hecho un caos) y releí bastantes. Saqué de ahí un tema y escribí un poquito sobre eso…

En busca de la originalidad

Que lindo texto… “¿Sabés a quién me hace acordar?” “Hay un autor que trata este tema, pero de esta manera…” “Tu forma de escribir es muy parecida a la de…” ¿Te suena?
¿Es que ya fue dicho todo? Con tantos años de humanidad, sucesos, personas, cambios ¿Qué nos queda por decir? ¿Queda acaso alguna frase por ser pronunciada?

¿Qué te puedo decir que tu no hayas vivido?
¿Qué te puedo contar que tu no hayas soñado?

El ser humano siempre cree ser único en un comienzo, mismo los padres te alienta a creerlo, ¡sos especial! Luego te enseñan que todos somos iguales, en base a nuestros derechos, pero seguís siendo un individuo con tus propios pensamientos y habilidades. Ya creciendo te comienzas a relacionar con la gente, algo te suena, sus problemas, sus temores, sus ideas y hasta sus sueños… Y te das cuenta de que la empatía no es tan así, uno la siente en gran parte porque vive lo mismo, porque somos bastante parecidos. Yo quisiera ver a alguien sintiendo real empatía con un árbol o un coyote. Al final de estos aterradores descubrimientos, quienes decidimos escribir para contar, para expresarnos a través de las palabras, comenzamos a tener dudas. ¿Qué te puedo inventar? Todo debe tener una base entendible, humana y de sentido común, para que sea de algún interés, por lo cual de lo cotidiano y conocido no se puede escapar al menos en algún porcentaje.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

sobre el ensayo...

El sabado me mudé, por ende estuve a full con eso. También, en consecuencia, estoy sin internet.
Mañana segurament ya este subiendo más material.

viernes, 30 de octubre de 2009

Diario de escritora 1, Ensayo

Ya estuve leyendo los ensayos del módulo, asi que voy subiendo
las notas de lectura de la mayoría de ellos. Dentro de ellos, los tres que más me entusiasman, por ahora,, para emprender mi propio proyecto son "Mi subida al Everest", "El arte de narrar" e "Ir volver/ de un adónde a un adónde".


La duración del infierno
Jorge Luis Borges


Como su título lo indica, el tema argumentativo del ensayo es el infierno y su problemática la duración de él, puntualmente si es eterno o no. Por lo tanto, se trata de un tema ficcional. Analizará Borges posturas a favor y posturas en contra de dicha duración, pero su tesis será formada en una tercera postura propia. En ella establecerá, según mi entender, que la creación del cielo y el infierno eternos depende de cada uno, somos nosotros los responsables de nuestras acciones y consecuentes condenas, la eternidad del infierno brinda dramatismo a la elección. Mantiene una postura de difícil interpretación, juega con las palabras e incita a ser releído; la explicación no parece ser su fin último, sino más bien provocar al lector.


Colección de arena
Ítalo Calvino


Texto de literatura nostálgica, establece como su tema principal el arte de la colección y excede la específica colección mencionada. La problemática rondaría en qué representa dicha colección, cuál es su razón de ser. Y será resuelta como el resguardo de la “base” de los recuerdos, una exposición “erosionada” de la vida, dividida en minúsculas partes que pretenden representar lo importante de ella. La colección revive y deja entrever sin la confusión del aquí y ahora vividos de cuando experimentamos la vida. Es una manera de conservar vivas y constantemente presentes nuestras vivencias.
El texto contiene como recursos muchas alegorías, metáforas sobre el significado de las cosas, lo cual me resulta sumamente interesante. En Semiología, del CBC, estudiamos la metáfora y sus diversos usos, y me resulta un método excelente para la explicación porque es elaborada todo el tiempo en nuestra vida diaria y estamos acostumbrados a su interpretación sin mayores dificultades. Es una manera de asociar y ejemplificar que conserva a su vez mucho de la poética y hace más rica la lectura.

Porqué leer los clásicos
Ítalo Calvino

En el título quedan establecidos tanto tema como problemática, los clásicos y porqué deben leerse respectivamente. Definirá a los clásicos como “los libros que causan un efecto de resonancia en una continuidad cultural”. En su tesis se dejará entrever que como principio general se deben leer los clásicos no por respeto ni por deber, sino por amor, porque hacerlo es mejor que no hacerlo. Pero toda su explicación estará respaldada a través de una estructura formal, de tratado o teorema, dividida por títulos con sus consiguientes explicaciones.
Si bien el método utilizado no me resulta atractivo, sí lo es el tema. Desde la vivencia de un adolescente, que siente que tiene todo por delante pero no sabe muy bien con qué armas cargarse para comenzar a vivir independientemente, es importantísimo cómo plantarse ante el resto de las personas y la cultura es un campo enorme, del cual siempre se extraen preceptos sobre lo infinitamente necesario para poder considerarse culto. La lectura de los clásicos entra en dicha categoría. Si bien no son contemporáneos, uno se siente “atrasado” si no puede opinar sobre ellos cuando otros sí. A veces se tiende a dar más importancia a la cantidad que se hayan leído, por más que no se haya desarrollado una lectura profunda y reflexiva al respecto, sino simplemente fue un acto de competencia, de estar mejor preparado ante el mundo.
Por último, me recuerda a Cortazar en su cuento “El mismo cuento distinto” por que ambos resaltan, de distintas maneras, la importancia de leer un libro en diferentes etapas de nuestras vidas. Calvino indicará justamente una reflexión parecida a la que yo había hecho con el libro de Cortazar, dirá que al leer los clásicos en la juventud puede resultar poco provechoso por la inexperiencia en todas las áreas, incluso la lectura y a su vez provechosa por proporcionar modelos o contenidos que siguen actuando en nuestras vidas, aunque de la lectura no recordemos demasiado. Mientras que al releerlos en la madurez “vuelven a encontrarse esas constantes que ahora forman parte de nuestros mecanismos internos y cuyos orígenes habíamos olvidados” y por otro lado se podrán apreciar muchos detalles y significados más.

Ir volver/ de un adónde a un adónde
María Negroni


El ensayó hablará de la preocupación de dicha autora con respecto a una intertextualidad generada por un viaje hacia otra cultura y la problemática será si dicho tema influye en la creación de sus textos positiva o negativamente, la intromisión de modos y expresiones culturales enriquece o bien homogeneiza según la cultura dominante. Su tesis no es una postura clara y decisiva por un si o no, lo toma como un desafío y deja una puerta abierta a la interpretación personal.
A su vez se postula descriptiva de la situación pero no firme, en su búsqueda de la identidad realizada en todo esos años, si bien tiene certezas, lo importante es que le generó muchas incógnitas y reflexiones al respecto. Las inseguridades surgidas a través del texto se podría pensar que son propias de la adolescencia (¿Quién soy? ¿Qué quiero hacer de mi vida?) donde para que uno sienta que lo ven como una persona formada tiene que evitar expresarlas e intentar pararse desde el lugar del saber. Si bien no genera certezas, el texto se apoya a su vez en varias intertextualidades.
Tanto el tema como el estilo me agradan para realizar un ensayo propio. El viaje está bien planteado como una nueva experiencia que abre la mente y nos plantea nuevos interrogantes. De tratar de contestarlos se trata la vida.


Mi subida al Everest
José Saramago

La temática principal de éste ensayo será tratada con poética y hablará sobre la necesidad humana del logro, de transformar al mundo. Su problemática justamente rondará sobre la posibilidad o imposibilidad de dicha meta. En su tesis contemplará que lo importante es la decisión, es la meta la que incita a seguir viviendo e intentando.
Relacionaré éste texto con el de Calvino, “¿Por qué leer los clásicos?” en el sentido de la presión. La presión que sentimos socialmente a tener ciertos logros, ciertos conocimientos, que nos llevan a sentir miedo al fracaso y la ignorancia, a perder el respeto y restarle valor a nuestros propósitos. Si bien no es lo principal, se desliza en ambos como un tema adyacente.
Lo abarcador y la importancia del tema me atrapan, al igual que el recurso de utilizar una historia de su juventud, sea ésta cierta o un invento para provocar un efecto. Traer esa historia al presente para analizarla y verla como la revelación o como el inicio de un cambio.

El velo no es el velo
Mario Vargas Llosa

Vargas Llosa presentará como tema principal una noticia española en donde en un colegio público se le permitió, luego de disputas, llevar el velo islámico a una niña marroquí. La problemática establecida corresponde al falso supuesto del multiculturalismo que postula que todas las culturas son equivalentes y respetables. Concluirá que la escuela debe ser laica para todos y las religiones deben darse fuera de ellas, a su vez dicha cultura en particular (islámica) viola derechos y libertades hacia las mujeres (por ello por sobre la religión deben plantarse los derechos humanos, la libertad e igualdad).


El arte de narrar
Walter Benjamin


El tema del ensayo estará explicitado en el título y la problemática será que “ya casi nada de lo que sucede redunda en provecho de la narración, casi todo en provecho de la información”, las historias dejaron de ser ejemplares puros a favor de la narración para contener siempre datos explicativos en ellas. Para ilustrar su punto de vista utilizará como ejemplo el escrito Herodoto y su historia de Samético.
Es un texto claro, conciso y seguro, expone una “realidad, verdad” y no tiene dudas de ello, irónicamente es un texto explicativo.

Aislamiento por comunicación
Max Horkheimer y Theodor W. Adorno


El tema es la comunicación en la modernidad y la problemática es que ella genera aislamiento en los individuos. Comienza el texto con dicha afirmación, todo su nudo contendrá ejemplos de la misma y terminará con la reflexión final “La comunicación procede a igualar a los hombres aislándolos”.
Hablan desde el lugar de la sabiduría, son autores respetados de la época y el texto será parte de su libro académico Dialéctica del Iluminismo. Si bien resulta interesante el tema, no concuerdo con su visión completamente negativa acerca de la comunicación. El método allí utilizado es puro ejemplo de muchos casos aislados.

martes, 25 de agosto de 2009

Cuento y Proceso detallado del proyecto

La descendencia

Deseaba fervientemente que hubiera algo más,
otros lugares, otros tiempos.
Entre lava y humaredas
volcanes y cielos grises
solemnes, majestuosos y hábiles,
pasaban la vida..
Recorriendo lugares, creando el fuego
y a pesar de ser grandes guerreros
cuando los tiempos lo ameritaban,
sus días pasaban rodeados de una inmutable tranquilidad.
Paz agobiante en su origen
generada por el vacío, la ausencia.



Mientras contempla el movimiento del agua, voltea y se encuentra en el pasado, tiempos radicalmente distintos a los que vivó desde entonces. Tiene que decidir o nunca despertará, se quedará en esas posibilidades de cartón, sin materializarse, donde sólo se ve el comienzo. Esperan sus pasos para convertirse en realidad. Todo lo que alguna vez había imaginado estaba allí, imágenes sucediéndose. Trepaba entre colores e iba topándose con emociones que le golpeaban una tras otra.
Alejando al viento con la inmensidad de su presencia y majestuoso vuelo recorre las mil posibilidades que se le presentan, atraviesa lugares irreales, cubiertos de un cielo en pleno atardecer abarcando todo el paisaje de anaranjado y rosa. Éste es el más grande de todos, nunca su mente había ido tan lejos, y parecía que jamás terminaría, en su infinitud se perdían mil detalles que esperaba ansioso poder explorar, pero seguir avanzando significaba quedarse allí, entraría completamente en el cuadro y no sabía cómo volver atrás, ya perdía de vista la salida y su cuerpo recostado apacible sin noción de los sucesos.
Una eternidad creyó estar dormido. Cuando el agua del arroyo tocó su cuerpo supo su decisión. Ya no era el mismo. Recorrió más de lo que nunca en su vida forzando al máximo unos músculos sin entrenamiento, ardiéndole terriblemente. Cada tanto tropezaba, se sentía insignificante ante la grandeza de esos árboles, sus copas lo miraban desde arriba con actitud vencedora.
Conoció la enormidad de la naturaleza que lo rodeaba y su variedad, y entre medio de ella fue habitando distintos Jiāxiāng (pueblos), todos parecían pequeñas extensiones de ella, construidas en madera y piedra, con la vegetación y pequeños arroyos recorriendo el espacio, se veían puentecitos en forma de arco con la piedra tallada recreando pequeñas historias del lugar, en el suelo mezclas de empedrados y tierra, y todo alrededor cubierto de grandes campos de siembra. Era increíble ver cómo los pueblos parecían estar siempre visitados por colibríes, posados en las copas más bajas de los árboles, revoloteando entre las mujeres que con sus sandalias y largas telas circulaban por doquier ocupadas en sus mandados, o bien entre las sogas donde dejaban descansar las ropas hasta que secaran.
No tenía nombre ni hogares anteriores, así que lo nombraron Mòshēng Rén, forastero. De caracteres distintos, compartía lo afilado de sus ojos con aquella gente y es por ello que se podía mezclar en el grupo aunque sin ser confundido. La alteza de su porte, la agilidad de su cuerpo y el aura que lo rodeaba hacían pensar que no descendía de ningún miembro de la astrología oriental. Aprendió el idioma más rápido de lo que se podría haber imaginado, es como si las palabras ya estuvieran establecidas en su mente, lo único que necesitaban eran forma y sonido; así fue escuchando todas las historias de los grandes ancianos de cada pueblo al que visitaba. Es así como descubrió que la armonía de la superficie cubría un gran hueco en su interior. La civilización no avanzaba, eternamente cada doce años de desenlazaba en una gran guerra donde quedaban desposeídos de todos sus tesoros a la vez que las mujeres padecían una terrible infertilidad. De la naturaleza venimos y naturaleza somos, así como el pez desciende del agua y el ave del cielo, los hombres descienden de los animales del reino, pero el ciclo aun no estaba completo, cada doce años nadie descendía de nada porque nada nacía y el imperio volvía a sus comienzos debido a las devastadoras guerras.
Fue entonces que cierta vez viviendo con una familia a las afueras del poblado Zhao Ghao se ofreció como voluntario para participar en la batalla real. Los soldados del Emperador Qin Shi Huang pedían a todos los hombres en edad de luchar prestar sus servicios para proteger el Palacio Imperial y su entera Dinastía, la guerra de los doce años había comenzado. Intentó buscar razones en la gente, en los soldados, pero todos estaban adormecidos por la costumbre y ya nadie intentaba comprender, sólo procuraban llevarse la mayor cantidad de vidas enemigas posibles, en ello radicaba su único motivo.
Se procuró junto a su amigo Han Feizi dos caballos y una vieja carreta que utilizara para cargar herramientas del taller, y partieron esa misma noche. Tras pasar dos noches a la intemperie finalmente llegaron al Palacio Imperial. Más tarde se diría que lo hicieron trayendo al Sol a cuestas, pues del Oeste galopaban con la mañana naciendo a su paso. Los agruparon junto al resto esperando frente a unas enormes y deterioradas murallas la aparición de su Emperador, quien también cumplía el cargo de Jefe del ejército. En su espera no pudo dejar de notar que entra la gran circunferencia de piedra que rodeaba a la familia real y sus tesoros, había un gran portón de madera por donde entraban diversos carruajes con provisiones y armamentos. Cerrarla sería insuficiente, terminaría cediendo. Entre pensamientos alcanzó a distinguir los finales del discurso de una voz emanante de seguridad y realeza, teñida con el conocimiento de la imposibilidad. Dirigiéndose a su grupo les impartía la orden de inspeccionar los alrededores en busca de más reclutas que se hubieran perdido en el trayecto o bien posibles espías de bandos enemigos. No encontraron sino un par de hombres que labrando la tierra fueron obligados a servir a su Rey en momentos de necesidad. Mòshēng Rén no dejaba de contemplar lo alejado que vivía el poseedor de todo el imperio, sólo granjas y sembrados acompañaban la soledad de la fortaleza, hasta las arboladas parecían tener un cierto resquemor y por ello sólo se distinguían a lo lejos tanto al sur como al norte. Del oeste, de donde provenían, serían atacados según la información de pergaminos reales y de los cánticos de los pueblos que había habitado. Entre reflexiones se alejó hacia el este sin siquiera pensar. Al poco tiempo se encontró con un monte, separado de las cadenas de montañas rocosas que se expandían mucho más atrás de él. Dentro estaba cubierto por grutas de miles de años donde ya no se encontraba agua ni vegetación, sólo se veía el moho que cubría rincones y angulosidades de su superficie. No sabía si podría utilizarse como escondite o si bien los peñascos sueltos caerían encerrando por siempre todo en su interior.
Sentados junto al modesto fuego escuchaba las historias de los más ancianos. No era una noche fría, pero el viento azotaba con fuerza y todos los cuerpos tendían a agazaparse más y más cerca del fuego, pero sus oídos seguían atentos la dirección unísona de la voz del anciano.
Sabemos por la escritura de sus memorias que se infiltró en el Palacio confundiéndose con los soldados de la guardia imperial y secuestrando a la hija del Emperador averiguó donde se escondía el Tesoro. Partieron con varias carretas, la pequeña doncella al frente atestiguando ante los soldados que se trataba de armamentos que debían repartir entre el bloque que conformaban al este del Palacio, y así salvaron todas las riquezas del imperio, ocultándolas dentro de una pequeña gruta en un monte. Algunas historias cuenta que también salvó a su amigo, eternamente agradecido, otros que falleció como un soldado más, de cualquier manera su historia termina allí, entre las fortalezas de aquel Palacio. El Emperador quedó tan complacido que le confirió el cargo vitalicio de Guardián del Tesoro Real. La doncella, también agradecida por haberle salvado la vida, decidió pasar el resto de ella para servirle. No tardaron en enamorarse, y ese mismo año tuvieron su primer hijo Hănyŏu De (único), un hermoso varón de fuerte mirada. El acontecimiento fue celebrado en todo el reino, los arroyos fueron pintados con tintas de rojo y negro, pequeñas bolsitas con agujeros fueron atadas en las patitas de los colibríes, que en su vuelo frenético fueron desperdigando por todos los pueblos diminutos papelitos multicolores y se dice que llovieron por días enteros. Pero ¿De quién descendía el primer niño nacido en ese año del ciclo?
Durante el resto de su vida volvió solitario al monte y entre las grutas inmortalizó con palabras grabadas en piedra no sólo su historia, sino sus pensamientos y reflexiones. Algunas son incomprensibles al día de hoy, pero sabemos que encierran una gran sabiduría y un oscuro secreto. Entre las leyendas que se escuchan, una cuenta que reflejada junto al fuego su sombra no dibuja lo que veían de él, sino su verdadero ser…
A medida que fue transcurriendo el tiempo y sus descendientes dejaron de ser directos, se empezó a temer que el sueño termine. Se inundaron las ciudades, las banderas y los pergaminos con sus imágenes en un intento de inmortalizar su presencia y protección.
No todo desciende de la naturaleza, no somos sólo materia. Hay algo mágico procedente de la mente que nos conduce a la creación. Sin ella y sus sueños, nada de esto existiría realmente.


Construyendo una idea

Al comienzo, antes de leer, antes de pensar siquiera en lo que quiero escribir, elijo el género. Ficción. Los motivos son que me encanta y a su vez no tengo mucha práctica en su escritura. Deseo que eso cambie, no es que tenga la necesidad de aprender todo lo que me gusta, pero siento que éste es un desafío para el cual estoy preparada.
Dentro de la bibliografía de la cátedra me apoyé desde un principio en un texto y un cuadernillo en particular. Fueron “Viaje sagrado Viaje profano” y el territorio China/Japón quienes me guiaron desde un principio para, a partir de ellos, generar una idea.
Con el primer texto decidí qué tipo de viaje iba a relatar. La ramificación onírica fue la que me resultó más interesante pues se me presenta como un gran espacio para la imaginación y los textos ficcionales, donde puedo dejarme llevar sin miedo a exageraciones e incoherencias.

[Acerca del sueño, esa siniestra aventura de todas nuestras noches, podemos decir que los hombres se acuestan a diario con una audacia que resultaría incomprensible si no supiéramos que se debe a la ignorancia del peligro]. BAUDELAIRE

Del cuadernillo China/Japón no podría especificar el motivo de su elección. Algo en la cultura oriental nos invita al rito, todo parece ocurrir dentro de una danza sincronizada, nos atrapan las personalidades tan distintas, profundas y sabias. Exhalan un misticismo que recrea en sus costumbres el arte, incluso en su escritura. En fin, me gustaría rescatar un poco de ello para hacer el relato más interesante y a su vez un mayor desafío.
Leí en un principio libros de ficción por el gusto de leer, para encontrar quizás algún tema, dato, lugar o momento que me inspirasen a escribir. No ocurrió eso con “La carretera” de Cormac McCarthy y las tres Fundaciones de Isaac Asimov.
A lo largo de los días seguí sin encontrar todavía esa idea que me permitiera comenzar el relato, hasta que sin más apareció en mi mente.
El sueño de un dragón. Cansado de todo, se encuentra un día atrapado en un sueño del cual no puede salir. Éste sueño representa todos los sueños que tuvo a lo largo de su vida. Elige uno. Ése sueño es nuestro mundo. Entra en él, y deja allí su marca convertida en descendencia. Ése era el comienzo de la idea, la presentación del mundo como el sueño de un dragón o bien los comienzos de la descendencia del Dragón en las personas (basándome en el zodíaco chino).

Los dragones en la tierra roja rodeados de lava hirviendo se movían majestuosamente impactando con sus escamas de diamantes. Por la noche el cielo se cerraba y el lugar se reducía a un pequeño prisma donde todos eran simples ojos, ojos espías de algo más grande a lo cual jamás llegarían con sus alas. (Párrafo que decidí no utilizar en el texto)


Una vez teniendo esa idea en mente, comencé a leer libros más relacionados con ella.
“Hipnos” de H. P. Lovecraft es un cuento corto de terror. Con él nos presenta a los sueños como mundos paralelos del horror, donde conviene no adentrarse demasiado ni indagar sobre su origen. Lo encontré buscando mitos griegos acerca del sueño, ya que ellos tenían deidades para muchas de las emociones humanas, junto con las acciones que nos caracterizan. Tenían dioses para el amor, la guerra, la muerte, la sabiduría, los sueños. Hipnos es la personificación del sueño y Morfeo es su hijo, dios de los sueños.
“Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll es, valga la redundancia, un cuento maravilloso. Si bien es conocido por su película, en el texto se nota más claramente el sueño incondicionado (en el que vuela la imaginación y se producen toda clase de disparates) y a su vez condicionado (por sus conocimientos y modales inculcados en la escuela y la familia). Se muestra cómo aquella fantasía la hace cuestionarse, de manera sutil, sobre sus saberes del mundo real y su supuesta coherencia.
“Ubik” de Philip K. Dick me lo recomendó mi papá. Es la historia de unas personas atrapadas en una especie de limbo futurista en el cual su vida sigue transcurriendo en sus mentes, percibida como un sueño donde la realidad es difusa e incontrolable en todos sus aspectos y sólo un producto, un ente, un ser eterno, podrá mantenerlos allí, postergando el inevitable fin. Conjunción de tiempos, realidades, posibilidades e imaginación.
Leídos los cuentos me encuentro estancada en una idea sin historia.
Tenía muchas dudas.
¿Sería la idea implícita o explícita? Y según la opción elegida cómo lograr esa transparencia u ocultismo.
¿Cuál sería la historia para desarrollar la idea? Todavía no había escrito la historia que contenga lo que quería contar.
¿Cuál tendría más preponderancia en el texto? Si hacía a la idea explícita, ésta tendría más preponderancia pero no quería dejar de lado la imaginación del lector, así que la descarté. Si hacía a la idea implícita podría perder fuerza y quedar enterrada en la historia. Si la historia era muy compleja podría ocurrir también esto último. En caso contrario, con una historia relativamente sencilla y la idea relativamente implícita, podría encontrar un término medio. Por ejemplo, en “La metamorfosis” de Fran Kafka la idea es lo importante, el hombre se sentía una cucaracha y percibía su vida desde ese lugar. Es la historia de un sueño (o eso parece), pero lo importante no es la historia en sí, de hecho uno no recuerda bien qué hizo luego de levantarse convertido en ese insecto.
Una vez decidida, se me hicieron muy familiares las dudas que tenía con respecto al armado del cuento. Fue en “Tesis sobre el cuento” de Ricardo Piglia donde encontré la clase de problema que tenía:

[El cuento es un relato que encierra un relato secreto. No se trata de un sentido oculto que dependa de la interpretación: el enigma no es otra cosa que una historia que se cuenta de un modo enigmático. La estrategia del relato está puesta al servicio de esa narración cifrada. ¿Cómo contar una historia mientras se está contando otra? Esa pregunta sintetiza los problemas técnicos del cuento.
Segunda tesis: la historia secreta es la clave de la forma del cuento y sus variantes] Tesis sobre el cuento V.


Empecé escribiendo párrafos sueltos, los primeros trabajaban la idea, el hecho mismo del sueño y del dragón. Pronto recurrí a Internet.
Busqué diferentes definiciones de los Dragones Chinos. Comúnmente relacionados con el bien, vuelan por la magia pues no tiene alas, sus cuerpos son como los de unas serpientes gigantes pero con cabezas de caballo y cuernos. Guardianes naturales de los tesoros, representan cambios en la vida de las personas. Muchos datos fueron sacados de la personalidad que poseen las personas con descendencia en el dragón según el zodíaco chino.
Busqué palabras, nombres, dinastías, todo para poder encontrar un rumbo a la historia. Lo encontré, después de semanas. Decidí inclinarme por la cuestión de las descendencias orientales y contar una pequeña historia que podría formar parte del zodíaco chino. Me ayudó leer justamente las leyendas populares sobre los 12 animales de los cuales supuestamente descendemos. La leyenda más popular que para elegir quiénes serían los animales y en qué orden entrarían en el zodíaco el Emperador de Jade organizó una carrera entre ellos.
Ya con todo el material a mano y la mente decidida en qué y cómo contar, me resultó más ágil y rápida toda la escritura. A pesar de ello no sabría decir si logré el cometido con mi idea, si la historia principal (el sueño de dragón) quedó tan oculta que resulta difícil de descifrar o bien todo lo contrario. De cualquier manera estoy contenta con el texto en sí, creo que aunque no se entienda de lo que se está hablando del todo por lo menos tiende a hacer reflexionar o un mínimo análisis de lo leído, no está todo servido y eso me gusta.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Sobre el proyecto literario...


Imposible pedir tiempos, maneras y coherencia alguna a semejante proceso de tan variadas definiciones. Engañoso lo vemos desvaneciéndose en mente y consciencia cuando tratamos de razonarlo. Misterio entre los misterios, de sus múltiples significados no pretendo alcanzar mayor explicación de la ya alcanzada.
Representa el arte de respirar, se desliza para suscitar sentimientos o sensaciones y nos obliga en un brote de capacidad creadora irracional e inconsciente a plasmar de forma alguna nuestra repentina iluminación, imaginación más allá de lo imaginable por nuestra mente.
Quizás todos sus significados signifiquen una explicación relacionados, quizás sea el mismo proceso de existir el que encierra esta palabra…el aire en nuestro organismo, indispensable para vivir, los sentimientos, para ser humanos, y la creación, para avanzar.
Inspiración.



Si bien la idea del cuento no varió desde que sin más me vino a la mente, su desarrollo me resultó y sigue resultando costoso... Cómo redactarla, hasta que punto dejar cuestiones implícitas en la historia, en qué orden contar los hechos, a qué darle más importancia, etc.
Subo dos párrafos aislados a modo de mini-previa, en ellos es imposible todavía encontrarle forma y sentido, de eso me estoy encargando desde semanas.



“Mientras contemplaba el movimiento del agua, voltea y se encuentra en el pasado, momentos radicalmente distintos a los que vivió desde entonces. Tiene que decidir o siempre estará allí, en esas posibilidades de cartón, sin materializarse, donde sólo se ve el comienzo. Esperan sus pasos para convertirse en realidad. Todo lo alguna vez imaginado allí estaba, imágenes sucediéndose. Volaba entre colores y se iba topando con emociones que le golpeaban una tras otra.”


“Deseaba fervientemente que hubiera algo más, otros lugares, otros tiempos. Era muy soñador para los de su clase; no se permitían demostrar emociones exacerbadas entre ellos. Solemnes, majestuosos y hábiles, así vivían y morirían. Recorriendo lugares, creando el fuego... y a pesar de ser grandes guerreros cuando los tiempos lo ameritaban, sus días pasaban rodeados de una inmutable tranquilidad. Se trataba de una agobiante paz en su carácter, pues era generada por el mero vacío, la ausencia.”


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sábado, 8 de agosto de 2009

leyendo...

"Ubik"
Philip K. Dick


Conjunción de mundos, posibilidades, tiempos e imaginación.
Limbo futurista en el cual la vida ocurre por dentro, percibida como un sueño donde la realidad es difusa e incontrolable en todos sus aspectos y sólo un producto, un ente, un ser eterno, podrá mantenernos allí, postergando el inevitable fin.


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