Autobiografía
Mi vida comenzó el cinco de mayo de 1990, tuve conciencia de ella al año y a partir de los cinco los primeros recuerdos. Pero el nacimiento en mi vida de una escritora novata pero entusiasta tiene una fecha completamente diferente.
Mis primeras letras, palabras y oraciones nada tenían que ver con la imaginación, sino con su aprendizaje. A medida que fui creciendo y conociendo historias a través de la escritura, supe que quería poder contar las mías también. Así se fue generando en mí una necesidad de escritura, de expresar y contar a través de ella.
Comencé a los nueve años ayudando a un escritor llamado Gianni Rodari a terminar sus historias en el libro “Cuentos para jugar” donde no sólo proponían tres finales distintos sino también un cuarto final a inventar. Seguí ayudando a los autores con sus historias, en este caso en un examen de sexto grado, donde debía continuar el primer párrafo de “La metamorfosis” de Franz Kafka, metamorfoseándolo inevitablemente en un cuento infantil y sencillo, pero propio, por lo menos su mayor parte.
Años más tarde, una vez más se presentaría la escuela como iniciadora de textos propios, en este caso poesías, pero sería un camino que más adelante se torcería y seguiría por otros rumbos. Entrando por fin en la renombrada etapa de la adolescencia, mi mente y cuerpo se inundó de nuevos pensamientos y sentimientos, cambiaron radicalmente muchas de mis ideas y maneras de ver, me volví más perceptiva y consciente, lo cual generó una urgencia por plasmar toda esa revolución en cuadernos; cada vez que un tema me perseguía, fuera el que fuese, lo escribía y así reflexionaba acerca de él, ayudándome a pensarlo y tal vez comprenderlo.
Ya entrando a las etapas finales de mi corta vida de escritora, queda por nombrar de mi memoria el período transcurrido entre los 15 y 18 años, que se caracterizaría por la invención de cuentos, simples historias imaginadas que revoloteando en mi mente iban a parar a mis hojas, entre los cuales sólo puedo nombrar “Apatía”, ya que en general tuve la mala costumbre de no titular mis textos; el resumen nunca fue mi fuerte y la simplificación de la trama en una o algunas palabras subrayadas me resultaba casi imposible de realizar.
Actualmente me encuentro produciendo textos para el Taller de Expresión I de la carrera Ciencias de la Comunicación, perfeccionando mis métodos, expandiendo mis fronteras y por sobre todo ejercitando y haciéndome el lugar para la producción. A veces aunque la inspiración esté ocurre que no encontramos la oportunidad o desplazamos, posponemos, y el tener un lugar y una obligación de escribir, más que nada moral y con uno mismo, incentiva las ganas.
memoria textual - ¡¡¡invitación!!!
-
https://drive.google.com/file/d/0Bz5Ibfxj9pi_bFNsOGoxaF9fTTRVYTBOVzV3Z2RvUEE1VUo4/view?usp=sharing
Hasta la semana que viene hay tiempo, los esperamos!!!
C...
Hace 9 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario